miércoles, 16 de junio de 2010

SINCOPE Y LIPOTIMIA

Síncope, llamado también desmayo o soponcio (no confundir con la lipotimia, ya que ésta es un "desvanecimiento" pero no una pérdida de la conciencia) es la pérdida brusca de conciencia y de tono postural, de duración breve, con recuperación espontánea sin necesidad de maniobras de reanimación.[1] Presíncope es la sensación de atenuación de conciencia, sin llegar a perderla.

Es un problema frecuente en la población general. Cerca de un 20% de la población adulta ha padecido un episodio sincopal a lo largo de su vida. Con una prevalencia de alrededor del 3% en hombres y 3,5% en mujeres.

La pérdida de conciencia puede ser corta o larga. Puede tener varias causas: golpes, falta de oxígeno o simplemente una alimentación deficiente.

Antes de desmayarse, aparecen puntos luminosos o visión borrosa.

Un desmayo es la pérdida temporal del conocimiento a consecuencia de una disminución del flujo sanguíneo al cerebro. El episodio es breve (dura menos de un par de minutos) y va seguido de una recuperación rápida y completa. Las personas afectadas pueden quejarse de mareos o vértigo antes de presentarse el desmayo.

El estado de pérdida del conocimiento más prolongado y más profundo a menudo se denomina Coma

EJERCICIOS PARA LA ESPALDA



Abdominales inferiores: Báscula pélvica de pie
Apóyese firme contra una pared. Observará que sus nalgas están en contacto con la pared, pero, por encima de ellas, la columna lumbar forma un arco que no la toca.

Desde esa posición de partida, el movimiento que debe hacer consiste en conseguir que su columna lumbar toque la pared. Para eso debe bascular la pelvis, es decir, contraer el vientre (los abdominales) llevando las nalgas hacia arriba y adelante. Al hacerlo es probable que note que se levantan los talones y se queda apoyado en las puntas de sus pies, o que flexiona un poco las rodillas. Eso es normal.

Una vez haya conseguido que la columna lumbar se apoye contra la pared, aguante la posición durante unos 5 segundos. Luego vuelva a la posición de partida y repita el movimiento hasta terminar la serie.




Abdominales inferiores: Báscula pélvica en decúbito
Acuéstese boca arriba ("decúbito supino") con las rodillas flexionadas y las plantas de los pies apoyadas. Observará que la mayor parte de su espalda está apoyada contra el suelo, pero que la zona baja de la espalda (la zona lumbar) forma un arco que no está apoyado.

Desde esa posición de partida, el ejercicio consiste en conseguir que la columna lumbar llegue a tocar el suelo. Para eso debe bascular la pelvis, es decir, contraer el vientre (los abdominales) y, al hacerlo, notará que las nalgas se mueven hacia arriba.

Una vez haya conseguido que la columna lumbar se apoye contra el suelo, aguante la posición unos 5 segundos. Luego vuelva a la posición de partida y repita el movimiento hasta terminar la serie.

INFARTO DE MIOCARDIO Y ANGINA DE PECHO


Qué es un infarto de miocardio (ataque cardíaco) y cuál es su causa?
El corazón es el órgano del cuerpo humano que más duramente trabaja. A lo largo de la vida, se encarga de bombear continuamente la sangre rica en oxígeno y los nutrientes vitales a través de una red arterial a todas las los partes y tejidos del cuerpo. Tiene su propio sistema arterial, conocido como arterias coronarias, las cuales transportan la sangre rica en oxígeno al músculo cardíaco (el miocardio). Si el flujo sanguíneo al miocardio se interrumpe, ocurre una lesión conocida como infarto, o en otras palabras, un infarto de miocardio, llamado de forma popular ataque cardíaco o ataque de corazón.

Enfermedad coronaria
La causa más frecuente de infarto de miocardio se debe a una enfermedad de las arterias coronarias. Para poder llevar a cabo la ardua tarea del bombeo de sangre, el músculo cardíaco necesita un suministro abundante de sangre rica en oxígeno, el cual proviene de la red de arterias coronarias. La enfermedad coronaria es el resultado final de un complejo proceso denominado arterioesclerosis (comúnmente llamado "endurecimiento de las arterias"). Hay diferentes etapas en este proceso, y algunas de ellas no se conocen del todo:

Una serie de factores ambientales o físicos están involucrados en desencadenar cantidades excesivas de unas partículas inestables conocidas como radicales libres de oxígeno, que se unen y alteran otras moléculas en un proceso conocido como oxidación. (Las partículas son liberadas como parte normal de los procesos internos del cuerpo, pero algunas toxinas ambientales, como el tabaco, pueden producir cantidades excesivas)

Cuando los radicales libres se liberan de las paredes arteriales, reaccionan con las lipoproteínas de baja densidad (LDL), oxidándolas. (Las lipoproteínas son cuerpos de forma esférica que transportan colesterol, y a las LDL también se les conoce por "colesterol malo").

Las LDL depositan capas espesas de colesterol oxidado en las paredes de la arteria. El colesterol se acumula.

El colesterol se acumula.

Las lesiones en las arterias durante este proceso avisan al sistema inmunológico para que liberen en ese punto glóbulos blancos (especialmente los llamados neutrófilos y macrófagos. Esto inicia un proceso dañino e importante denominado respuesta inflamatoria.

Los macrófagos se "comen" literalmente los cuerpos extraños, en este caso el colesterol oxidado, y se convierten en células espumosas, las que se adhieren a las células musculares de las paredes de las arterias, haciéndolas crecer.

Con el tiempo el colesterol se endurece y forma la placa, que se acumula en las paredes de las arterias.

El sistema inmunológico, detectando otros daños, libera otros factores llamados citoquinas, que atraen más glóbulos blancos y perpetúan el ciclo completo, causando lesiones persistentes en las arterias..

Las paredes internas de los vasos lesionados no producen suficiente óxido nítrico, una sustancia de vital importancia para mantener la elasticidad de las arterias.

A la larga, estas arterias calcificadas (endurecidas) e inelásticas son más estrechas (un trastorno conocido como estenosis). A medida que continua este proceso, el flujo sanguíneo se ralentiza y evita que la sangre rica en oxígeno llegue al corazón.

Esta privación de oxígeno en células vitales se denomina isquemia. Cuando afecta a las arterias coronarias, causa lesiones en los tejidos del corazón.
El episodio de infarto de miocardio puede producirse como resultado de uno o dos efectos de aterosclerosis:

Si la arteria se bloquea completamente y la isquemia es tan extensa que los tejidos cardíacos no reciben oxígeno, las células de los mismos mueren.

Si la misma placa desarrolla fisuras o desgarros. Las plaquetas se adhieren a ese punto para sellar la placa y se forma un coágulo sanguíneo (trombo). Entonces, puede producirse un ataque cardiaco si el coágulo sanguíneo formado obstruye completamente el paso de la sangre rica en oxígeno hasta el corazón.
¿Cuáles son los síntomas de un infarto de miocardio?
Angina
La angina es el síntoma primario de la enfermedad coronaria y, en casos graves, del infarto de miocardio. Normalmente se experimenta un dolor en el pecho. Se suele hacer referencia a la angina como estable (predecible) o inestable (menos predecible y un signo de una situación más grave). La angina en sí misma no es una enfermedad. Existen muchas evidencias de que, en realidad, el inicio de la angina en menos de 48 horas antes de un infarto de miocardio puede servir de protección, posiblemente condicionando al corazón a resistir los daños resultado del ataque.

La angina puede experimentarse de distintas formas y puede ser leve, moderada o grave:

Normalmente se define como una sensación opresiva pero leve, que puede parecerse a un objeto que oprime el pecho.

El dolor se irradia a menudo hacia el cuello, la mandíbula o hacia el hombro y brazo izquierdos.

Más infrecuente es que los pacientes expliquen sensación de ardor en el pecho, pinchazos, o que el dolor se extienda hacia el brazo derecho o la espalda.

A veces el paciente experimenta falta de respiración, fatiga, o palpitaciones en vez de dolor.

La intensidad del dolor no siempre está relacionada con la gravedad del problema médico. Algunas personas pueden sentir un dolor intenso debido a una débil isquemia, mientras que otros pueden experimentar sólo leves molestias de la isquemia grave.

Algunas personas han informado también de una mayor sensibilidad al calor en la piel con el inicio de la angina.

La angina también puede ser precipitada por las comidas abundantes, que exigen una demanda inmediata al corazón de más oxígeno.
Angina estable. En la angina estable el dolor de pecho es predecible. Aunque menos grave que la angina inestable, puede ser extremadamente dolorosa. Normalmente mejora con el reposo y responde bien al tratamiento médico (típicamente a la nitroglicerina).
Cualquier incidente que aumente la demanda de oxígeno puede causar una ataque de angina. Algunos desencadenantes típicos incluyen los siguientes:

Ejercicio

Tiempo frío

Tensión emocional

Comidas copiosas
Los episodios de angina pueden ocurrir en cualquier momento durante el día, pero una proporción elevada parece ocurrir entre las horas de 6:00 AM y mediodía.

Angina inestable. La angina inestable es una situación mucho más grave y frecuentemente es una situación intermedia entre la angina estable y un ataque cardiaco. La angina inestable se diagnostica normalmente cuando un paciente presenta los siguientes síntomas:

El dolor despierta al paciente o se produce mientras descansa.

El paciente que nunca antes había experimentado una angina siente un dolor fuerte o moderado mientras realiza ejercicio suave (subir un piso de escaleras o caminar dos manzanas).

La angina estable ha progresado en gravedad y en frecuencia en un período de dos meses y los medicamentos para eliminar el dolor son menos efectivos.
Angina de Prinzmetal. Un tercer tipo de angina, llamada variante o angina de Prinzmetal, está causada por un espasmo de las arterias coronarias. Casi siempre ocurre cuando el paciente está descansando, y es frecuente que se presente junto con latidos irregulares del corazón. Son comunes las palpitaciones irregulares, pero el dolor se alivia generalmente con tratamiento.

Isquemia silente. Algunas personas que presentan enfermedad coronaria grave no experimentan dolor anginoso, un trastorno conocido como isquemia silente, que algunos expertos atribuyen a un procesamiento anormal por parte del cerebro del dolor del corazón. Esta es una patología peligrosa, porque los pacientes no presentan signos de advertencia de esta enfermedad cardiaca. En un estudio, las personas que sufrían isquemia silente tenían índices más altos de complicaciones y mortalidad que aquellas que sufrían dolor. (El dolor anginoso puede en realidad proteger al corazón condicionándolo antes de un ataque cardiaco). [Para más información, ver el capítulo de la enciclopedia de egalenia sobre Angina].

Indicaciones frente a un ataque cardíaco
Cualquier dolor en el pecho inusual o síntomas de angina que no desaparecen cuando se toma medicación es un signo de alarma para ir al hospital.

Síntomas comunes del infarto de miocardio. Algunos signos a los que hay que prestar atención son los siguientes:

A veces un mes antes del episodio del ataque cardiaco, el paciente puede sufrir dolor torácico leve, fatiga inexplicable y malestar general, o depresión.

Justo antes de un ataque de corazón, muchos pacientes sufren dolor torácico, normalmente precipitado por el ejercicio o el estrés que no desaparece después de tomar medicación o de descansar.

Muchos pacientes experimentan el dolor de un ataque cardiaco como si fuera un peso aplastante contra el pecho, acompañado de sudoración profusa. El dolor puede irradiarse al hombro y brazo izquierdos, el cuello o la mandíbula, e incluso, aunque menos frecuente al brazo derecho. El brazo puede incluso estar entumecido.

Debería apuntarse, sin embargo, que el grado de dolor sufrido varía mucho en función del individuo. Algunas personas sienten dolor fuerte, mientras que otras sólo tienen una sensación de hormigueo. Otras personas pueden sentir sólo una sensación de presión u opresión en el pecho.

Es común la sensación de indigestión o pirosis, así como las náuseas y los vómitos.

Algunas personas informan de un gran miedo de muerte inminente, un fenómeno conocido como angor animi.
Síntomas atípicos en grupos de población específicos. Es muy importante destacar que un tercio de todos los pacientes que han sufrido un infarto no tienen dolor torácico, lo que les hace correr un mayor riesgo de mal diagnóstico.

Las mujeres son más propensas que los hombres a tener náuseas y a sufrir dolor en la parte superior del abdomen o el pecho. Su primer síntoma puede ser fatiga extrema después del ejercicio físico antes que dolor torácico. Los síntomas de angina en las mujeres son a menudo atípicos y es más probable que sus molestias de dolor torácico estén provocadas por otros problemas. Debido a estas razones, es menos probable que se hagan pruebas agresivas a las mujeres que a los hombres para detectar problemas cardiacos cuando van a urgencias. Siempre debe tomarse en serio cualquier dolor torácico.

Los síntomas en los ancianos pueden ser solo falta de respiración. Un estudio del 2000 sugería que pueden no diagnosticarse los ataques cardiacos en personas mayores de 65 años que no tienen una historia de angina o insuficiencia cardiaca.
Medidas inmediatas a seguir:

Los pacientes con angina deberían tomar 1 dosis de nitroglicerina al iniciarse los síntomas y cada cinco minutos otras tres dosis.
Llamar a un servicio de urgencias médicas debería ser la primera medida a seguir si el dolor torácico continúa en pacientes con angina que han tomado las tres dosis completas de nitroglicerina o en cualquier individuo con dolor torácico severo. Las personas que sufren dolor en el pecho deberían ir inmediatamente hasta urgencias, preferiblemente con ambulancia. No deberían conducir ellos mismos.

El paciente debería tomar una aspirina y asegurarse que los profesionales sanitarios de urgencias están informados de esto para que así no se les administre una dosis adicional.

¿Cuál es la gravedad del infarto de miocardio?

Gravedad de un infarto de miocardio
Según la Sociedad Española de Cardiología en el año 2001 se producirán un total de 63.349 infartos, de los cuales sólo el 60.7% recibirá asistencia hospitalaria. El resto de los afectados, algo más de un tercio, morirán sin llegar al hospital. Las enfermedades cardiovasculares ocasionan 130.000 muertes al año de las que un 30% se deben a la cardiopatía isquémica. La mortalidad extrahospitalaria de esta patología es del 12%, frente a la extrahospitalaria que es del 20 al 22%.

Los infartos de miocardio pueden ser mortales de forma inmediata, pueden evolucionar a enfermedad crónica, o pueden resolverse completamente. La tasa de hospitalización por el primer infarto no ha cambiado de forma significativa en los últimos años.

En el aspecto positivo, sin embargo, la mejora de los tratamientos ha disminuido de manera significativa las tasas de mortalidad y reingreso hospitalario.
Individuos de alto riesgo. Un infarto de miocardio es siempre más grave en determinadas personas:

Ancianos (particularmente los que son delgados)

Personas con factores de riesgo o historia de infarto

Personas con insuficiencia cardíaca

Personas con diabetes

Personas en diálisis desde hace tiempo
Factores que aumentan la gravedad. La presencia de otras enfermedades durante un infarto puede contribuir a un peor pronóstico:

Arritmias (alteración del ritmo cardíaco). Una arritmia muy grave llamada fibrilación ventricular es la principal causa de muerte a corto plazo tras un infarto. Tales arritmias es más probable que ocurran en las primeras cuatro horas y se asocian a una elevada tasa de mortalidad. (Los pacientes que se tratan con éxito, sin embargo, tienen el mismo pronóstico a largo plazo que aquellos que no han padecido este tipo de arritmias).

Signos de lesión física grave en el corazón.

Shock. Es una situación muy peligrosa que se caracteriza por una baja presión arterial, disminución del flujo urinario, y alteraciones celulares. El shock aparece en el 7% de los infartos. Su incidencia no ha disminuido en los últimos años, aunque la tasa de supervivencia ha mejorado.

Bloqueo cardíaco, también llamado bloqueo auriculo-ventricular (AV), es un trastorno en el cual la conducción de los impulsos eléctricos a través del sistema de conducción cardíaco especializado se enlentece o queda interrumpida. Aunque los bloqueos son peligrosos, pueden tratarse de forma eficaz con un marcapasos, y raramente producen complicaciones a largo plazo en los pacientes que sobreviven.
Resultados a largo plazo
El pronóstico a largo plazo tanto en la duración como en la calidad de vida tras un infarto depende de la gravedad y de las medidas preventivas tomadas posteriormente. Aunque en este momento no existen pruebas que puedan predecir de forma fidedigna si ocurrirá otro infarto, los expertos estiman que más del 30% de los ataques mortales y algunas cirugías posteriores podrían evitarse con la adopción de cambios saludables en el estilo de vida y el cumplimiento del tratamiento médico. Dos tercios de los pacientes que han sufrido un infarto, sin embargo, no siguen los pasos necesarios para prevenir el siguiente. [Ver "Como prevenir un infarto de miocardio" en este artículo].

¿Quién tiene riesgo de sufrir un infarto de miocardio y cuáles son los factores de riesgo que pueden tratarse?

Los factores de riesgo, como la hipertensión, el tabaquismo y el colesterol, son muy prevalentes en España, y la mitad de los españoles que padecen hipertensión o hipercolesterolemia desconocen su situación. En cuanto a los hábitos dietéticos relacionados con las cardiopatías, los estudios realizados en nuestro país indican que en los últimos 30 años se ha incrementado considerablemente el consumo de productos lácteos, especialmente, yogures.

El último informe elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación del año 2000, indica que los españoles realizan una dieta más sano. El consumo de verduras, fruta y pescado ha aumentado, también el del pan y cereales. Mientras que el consumo de carne(ternera) ha disminuido. En el patrón nutricional es llamativo el aumento de consumo de grasa, en particular de grasas saturadas (aumentando el consumo de bollería, pastelería y platos preparados), aunque la alimentación sigue ajustándose a los cánones de dieta mediterránea y a las recomendaciones actuales.

La presencia de más de un factor de riesgo puede ser muy peligrosa, ya que cada uno de ellos puede aumentar en gran medida el efecto de otro. Este fenómeno, llamada sinergismo, el conjunto de todos ellos, y mucho más peligroso, que la suma de las partes. Los factores de riesgo principales son los siguientes. [ Para una información más extensa sobre la prevención de un infarto de miocardio en personas con angina y enfermedad coronaria, ver el capítulo de la enciclopedia de egalenia sobre Angina y enfermedad coronaria].

Sexo
La enfermedad coronaria es más frecuente en hombres de mediana edad. Las mujeres pasan, como media, de diez a quince años más que los hombres, sin sufrir una enfermedad cardiaca, pero a medida que envejecen las mujeres alcanzan a los hombres. De hecho, las mujeres tienen más probabilidades de sufrir angina que los hombres. Por lo que se refiere a la edad, los índices de supervivencia por ataques cardiacos son similares en hombres y en mujeres, pero las mujeres jóvenes tienen un mayor riesgo de muerte por infarto que los hombres de la misma edad. Los motivos de esto no están claros.

En España, la cardiopatía isquémica es la responsable del 32 por ciento de las defunciones en las mujeres y el 25 por ciento de las de los hombres.
Los estrógenos, que parecen proteger al corazón, pueden tener algo que ver, y puede ser que muchas mujeres jóvenes que sufren ataques cardiacos tengan niveles de estrógenos inferiores. Por ejemplo, en un estudio de 2000, las mujeres que entraron pronto en el proceso natural de la menopausia ( a los 35-40 años), tenían un riesgo mayor de muerte por un ataque cardiaco que las mujeres que entraron más tarde en la menopausia.

Muchos estudios han informado de que las mujeres reciben un tratamiento menos agresivo que los hombres en todas las fases de la enfermedad cardiaca. Los estudios más recientes han sugerido que, sin embargo, se trata de forma similar tanto a hombres como a mujeres durantes las últimas fases de la enfermedad cardiaca. Las mujeres más jóvenes con enfermedad cardiaca a menudo no tienen los mismos síntomas que sus homólogos masculinos y es menos probable que se les diagnostique correcta o agresivamente. De hecho, es menos probable que los síntomas aparezcan como una angina típica y se hacen a menudo más pruebas a las mujeres que a los hombres para detectar problemas gastrointestinales. (Un interesante estudio del 1999 halló que aunque, en realidad, las mujeres con angina inestable recibían tratamiento menos agresivo que los hombres, cuando se comparaban los factores de riesgo, los hombres presentaban peores resultados a largo plazo).

Tabaco
Los fumadores de entre treinta y cuarenta años tienen un índice de ataque cardíaco cinco veces mayor que el de los no fumadores de este mismo grupo de edad. Fumar cigarrillos puede ser el responsable directo de al menos un 20% de todas las muertes anuales, o de alrededor de 120.000 muertes anuales. Fumar puros puede aumentar el riesgo de muerte temprana por enfermedad cardiaca, aunque las evidencias son mucho más concluyentes para los cigarrillos.

Colesterol y otros lípidos
Una serie de estudios ha demostrado ahora que, reducir las LDL (el llamado colesterol malo) y los niveles totales de colesterol y potenciar los niveles de HDL ( el llamado colesterol bueno) mejora la supervivencia y previene los ataques cardiacos. Dependiendo de los factores de riesgo, las personas deberían intentar llegar a los siguientes niveles de colesterol:

Valores generales para el colesterol:

Niveles totales de colesterol: 200 mg/dl o inferiores.
Niveles de colesterol LDL: 160 mg/dl o inferiores. (Cuanto menos mejor).
Niveles de colesterol HDL: 45 mg/dL para hombres y 50 mg/dL para mujeres, siendo aproximadamente 60 el objetivo (Cuanto más alto mejor).
Niveles de triglicéridos: 200 mg/dL o inferiores. (Aunque hay pruebas que sugieren que las personas deberían alcanzar niveles por debajo de los 100 mg/dL para reducir el riesgo de enfermedad cardiaca)
Valores para personas con dos o más factores de riesgo de enfermedad cardiaca:

Niveles LDL : 130 mg/dl o inferiores.
Valores para personas con una enfermedad cardiaca existente:

Niveles LDL de menos 100 mg/dl. Se cree también ahora que los niveles elevados de otros lípidos, incluyendo las lipoproteínas (a) y apolipoproteínas A-1 y B son importantes indicadores de riesgo cardiaco. La apolipoproteína B, por ejemplo, puede resultar un indicador muy preciso del riesgo enfermedad cardiaca en mujeres. [Para más información, ver los capítulos de la enciclopedia de egalenia, Colesterol y Dieta cardiosaludable].
Presión arterial elevada
La presión arterial alta, o hipertensión, ha demostrado ser una causa de enfermedad coronaria desde hace mucho tiempo. La presión arterial se clasifica en:

Óptima (por debajo de 120/80 mm Hg).
Normal (entre 120/80 y 130/85 mm Hg).

Normal-alta (entre 130/85 y 139/89). (Algunos estudios indican que la normal-alta pone al paciente en un riesgo mayor de sufrir episodios cardiacos y embolia, aunque otros sugieren que el riesgo existe principalmente en las personas diabéticas).
Hipertensión, o hipertensión arterial (140/90).
Diversos estudios han evidenciado que la presión arterial sistólica elevada es de forma significativa el indicador más exacto de hipertensión, particularmente en el anciano. (La presión sistólica es la más alta y el primer número de medida de la presión arterial. Mide la fuerza que la sangre ejerce sobre las paredes arteriales así como las contracciones cardíacas para bombear la sangre. [Para más información, ver el capítulo de la enciclopedia de egalenia sobre Hipertensión arterial].

Estilo de vida sendentario y ejercicio
Las personas sedentarias tienen al menos el doble de posibilidades de sufrir un infarto frente a aquellas que hacen ejercicio de forma regular. El ejercicio aeróbico moderado practicado de forma regular beneficia al corazón de diferentes formas.

Por ejemplo, caminar deprisa tiene las siguientes ventajas:

Baja la frecuencia cardiaca y la presión arterial

Mejora el colesterol
Baja los niveles de azúcar en sangre
Abre los vasos sanguíneos y, en combinación con una dieta sana, puede mejorar los factores de coagulación sanguínea.
Reduce el estrés y mejora el humor.
Algunos estudios indican que para la mayor protección cardíaca, lo que cuenta no es la duración del ejercicio, sino la cantidad total diaria de energía gastada. Por tanto, la mejor forma de hacer ejercicio puede consistir en cortos periodos de ejercicio intenso. Incluso las personas ancianas con angina inestable o que han sufrido con anterioridad un ataque cardiaco pueden beneficiarse de un programa estructurado de ejercicio. Los ejercicios que entrenan y refuerzan los músculos del pecho pueden ser también muy importantes para pacientes con angina.

Debe hacerse hincapié en que el ejercicio agotador (como por ejemplo quitar nieve o cortar el césped) puede ser una situación de riesgo de angina e infarto para estas personas. Asimismo, las actividades que impliquen subir los brazos por encima de la cabeza pueden implicar riesgo, y las personas que sufren de angina de pecho nunca deben realizar ejercicio después de comer.

Las personas que tengan factores de riesgo para enfermedad cardiaca deben buscar la autorización y el asesoramiento médico, y la prescripción de un programa detallado de ejercicios. Todo el mundo, incluyendo las personas sanas, deben observar su cuerpo, haciendo caso de las molestias que puedan sentir mientras realizan ejercicio. [Ver el capítulo de la enciclopedia de egalenia sobre Ejercicio].

Diabetes y resistencia a la insulina
Los infartos de miocardio de corazón representan un 60% y las embolias un 25% de muertes en personas diabéticas. Un estudio de 1998 informó que los pacientes con diabetes de tipo 2 y sin historia de enfermedad cardiaca tienen el mismo riesgo de un ataque cardiaco a los siete años que los no diabéticos que sufren una enfermedad cardiaca.

La resistencia a la insulina a largo plazo, incluso sin diabetes tipo 2, parece tener efectos dañinos significativos para el corazón. Este trastorno se produce cuando los niveles de insulina son de normales a elevados, pero el cuerpo es incapaz de usar la insulina para regular el metabolismo del azúcar en sangre y guardarlo para obtener energía. En tales casos, el cuerpo compensa esto aumentando los niveles de insulina (hiperinsulinemia), que a su vez aumentan los niveles de triglicéridos y reduce el colesterol HDL. Normalmente, la insulina estimula la liberación de dos sustancias, la endotelina y el óxido nítrico, que son importantes para mantener elásticas y abiertas las arterias. La resistencia a la insulina puede causar un desequilibrio en estas sustancias. [Para más información, ver el capítulo de la enciclopedia de egalenia sobre Diabetes: tipo I o Diabetes:Tipo II].

Homocisteína
Los niveles anormales en sangre del aminoácido homocisteína están estrechamente vinculados a un aumento del riesgo de la enfermedad coronaria y la embolia. La homocisteína puede dañar el interior de las arterias y favorecer la coagulación de la sangre. Se pueden encontrar niveles altos de este aminoácido en presencia de déficit de las vitaminas B6, B12 y ácido fólico. Algunos expertos creen que los niveles altos de homocisteína son sólo indicadores, y no causas, de enfermedad cardiaca. Sin embargo, algunos estudios han sugerido que hay una fuerte asociación entre este factor y la enfermedad cardiaca.

Obesidad
La obesidad está relacionada con la hipertensión, la diabetes, los niveles altos de colesterol y la falta de ejercicio físico, todos ellos factores contribuyentes al infarto de miocardio. La obesidad abdominal ("curva de la felicidad") supone un riesgo mayor. De hecho, un estudio de 2000 afirmaba que los hombres con una cintura de más de 90 cm. y niveles altos de triglicéridos (más 2 mmol/L) corren un riesgo mayor de desarrollar enfermedad cardiaca en los cinco años siguientes.
La obesidad en los niños es un factor de riesgo de futuros problemas cardiacos mayor que una historia familiar de enfermedades cardiacas. Las personas que presentan sobrepeso en la mitad de su vida, pueden no reducir completamente el riesgo de enfermedad coronaria más adelante, incluso aunque pierdan el exceso de peso. Las personas con sobrepeso u obesas tienen unos niveles elevados de proteina C reactiva, una sustancia indicadora de un proceso inflamatorio y un marcador de la enfermedad cardíaca. [Para más información, ver el capítulo de la enciclopedia, Obesidad].

Hábitos alimentarios
Grasas
Los expertos creen ahora que las grasas pueden tener tanto efectos nocivos como beneficiosos. Tanto si son nocivos o beneficiosos son ricos en calorías.

Grasas perjudiciales. Todo el mundo debería limita e intentar evitar las siguientes grasas:

Grasas saturadas, predominan en productos animales, incluidos la carne y los productos lácteos. (Los llamados aceites tropicales, como el de palma, coco y mantequilla de cacahuete, también son ricos en grasas saturadas. Sin embargo, no existen evidencias sobre sus efectos en el corazón).

Los ácidos transgrasos, que son creados durante un proceso que pretende estabilizar los aceites poliinsaturados para evitar que se enrancien y para mantenerlos sólidos a temperatura ambiente. Las grasas hidrogenadas se usan en la margarina sólida (en tarrina) y en muchas comidas rápidas y productos horneados. (La margarina líquida no está hidrogenada).
Aceites beneficiosos. La atención pública se ha centrado principalmente en los posibles beneficios de las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas en los aceites vegetales. Los investigadores están más interesados, sin embargo, en los bloques más pequeños de ácidos grasos incluidos en estos aceites llamado ácidos grasos esenciales. Los estudios indican que un equilibrio sano de todos estos ácidos grasos son esenciales para la vida:

Ácidos grasos Omega-3.

Ácido alfalinolénico (las fuentes incluyen el aceite de colza, semillas de soja, aceite de linaza, aceite de oliva y muchos frutos secos y semillas). Los estudios indican que protege el corazón. El aceite de oliva virgen estuvo asociado en un estudio con una presión arterial más baja. Muchos estudios han señalado los frutos secos, que contienen fibra y ácidos grasos omega-3, como especialmente beneficiosos para el corazón, ya que hacen disminuir el colesterol LDL y el total sin aumentar los triglicéridos.
Los ácidos docosahexaenoicos(DHA) y los eicosapentanoicos (cuyas fuentes son el pescado graso y la leche materna) pueden no tener muchos efectos en el colesterol, pero pueden beneficiar el revestimiento de los vasos sanguíneos (endotelio) y así mejorar el flujo sanguíneo.
Ácidos grasos Omega-6. Clasificados además como ácidos linoleico, o linólicos, las fuentes incluyen aceite de linaza, maíz, semillas de soja y el aceite de colza.

Ácidos grasos Omega-9: la fuente es el aceite de oliva.
Algunos expertos recomiendan mantener una ingesta relativamente alta de grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas (sobre un 32% del aporte calórico), con una ingesta de grasas saturadas no superior al 8%. Otros creen que se debe hacer una dieta muy pobre en grasas, representando un 20% de la dieta y, de ellas, sólo un 4% saturadas. Otros expertos recomiendan cantidades de grasas entre los dos extremos.



¿Qué es angina?
Angina es un dolor que aprieta o una sensación de presión en el pecho. Con mayor frecuencia es por causa de bloqueos en las arterias que suministran sangre a su corazón. Esto se llama enfermedad de la arteria coronaria, o enfermedad del corazón. Los síntomas que usted le describe al médico le ayudarán a él a decidir si usted necesita que le hagan una prueba para determinar si padece enfermedad del corazón. Su médico también verificará si usted tiene cualquier condición que puede aumentar su probabilidad de tener enfermedad del corazón. Estas condiciones incluyen:

Presión arterial alta
Diabetes
Fumar
Nivel de colesterol alto
Menopausia en la mujer
Miembros de familia que hayan tenido enfermedad del corazón a una edad temprana

CONDUCTA PAS

HEMORRAGIAS Y HERIDAS


Las heridas son lesiones que generan la pérdida de continuidad en la integridad de los tejidos blandos. Por tejidos blandos entendemos piel, músculo, tejido subcutáneo, órganos blandos, tendones, nervios, entre otros.

Pueden producirse por agentes externos (cuchillos, vidrios, latas, etcétera) o agentes internos (hueso fracturado). A su vez encontramos tipos de heridas abiertas y cerradas, simples y complicadas.

Las heridas acarrean dos riesgos que es necesario evitar para que no pasen a mayores: la hemorragia (conlleva al estado de choque) y la infección.

Las heridas son muy frecuentes en todas las personas, quine no ha sufrido alguna, y es necesario saber como mínimo como reaccionar ante ellas y como realizar las curaciones. Como hemos dicho las hay de todo tipo, desde un raspón sin mayores cuidados hasta graves amputaciones que pueden poner la vida en serio peligro.

Cuando estemos ante alguna de las siguientes señales es que existe herida: dolor – hemorragia – destrucción – daño de tejidos blandos.



Tipos de heridas
A continuación describimos los tipos de heridas que pueden afectar nuestro cuerpo:

Abiertas
• Separación de los tejidos blandos
• Mayor posibilidad de infección

Cerradas
• No se observa separación de los tejidos blandos
• Generan hematoma (hemorragia debajo de la piel) o hemorragias en viseras o cavidades.
• Producidas por golpes generalmente
• Requieren atención rápida porque pueden comprometer la función de un órgano o la circulación sanguínea.

Simples
• Afectan únicamente la piel, no alcanzan a comprometer órganos
• Raspones, arañazos, cortes, etc.

Complicadas
• Extensas y profundas con abundante hemorragia.
• Lesiones en músculos, nervios, tendones, órganos internos, vasos sanguíneos y puede o no existir perforación visceral.

Clasificación de los diferentes tipos de heridas
A continuación puedes aprender la clasificación de los diferentes tipos de heridas. Existen diversas clasificaciones de acuerdo a sus características, en primer lugar te presentamos la clasificación de acuerdo a la causa que las produjo:

• Punzantes
Causadas por objetos puntiagudos (clavos, agujas, anzuelos, etc.).

Dolor, hemorragia escasa, orificio de entrada no muy notorio, profundidad, puede presentar perforación de de vísceras y hemorragia interna, peligro inminente de infección. Se considera la más peligrosa de todas.

• Cortantes

Por objetos afilados (vidrios, cuchillos, latas, etc.). Presenta una herida con bordes limpios y lineales, de hemorragia escasa, moderada o abundante.
Puede afectar músculos, tendones y nervios.

• Punzocortantes
Por objetos puntiagudos y filosos (puñales, tijeras, cuchillos, hueso fracturado, etc.). Combina los dos tipos de heridas anteriores.

• Abrasiones
Raspones, causadas por fricción o rozamiento de la piel con superficies duras. La capa más superficial de la piel (epidermis) es la que se ve afectada. Frecuentemente se infectan, pero se curan rápidamente.

• Laceraciones
Lesiones producidas por objetos de bordes dentados, generan desgarros del tejido y los bordes de las heridas se presentan irregulares.

• Avulsivas
Lesión con desgarra, separa y destruye el tejido, suele presentar una hemorragia abundante.

• Amputación
Pérdida de un fragmento o una extremidad.

• Contusas
Son producidas por la resistencia que ejerce el hueso ante un golpe (de puño, piedras, palos, etc.), produciéndose la lesión de los tejidos blandos. Hematoma y dolor son las causas más comunes de estos tipos de heridas.

• Magulladuras
Heridas cerradas generadas por golpes. Se divisan como una mancha de color morado.

• Aplastamiento
Pueden generar fracturas, hemorragias externas e internas abundantes, y lesión de órganos

OBESIDAD Y DIABETES

La obesidad y la diabetes se han convertido en la epidemia del siglo 21 . Segun los expertos , el 54 % de la población tiene sobrepeso , y la diabetes tipo 2 , ha duplicado su prevalencia . Además el hipotiroidismo afecta al 10% de las mujeres adultas . Estas enfermedades están causadas por el sedentarismo y los malos habitos alimenticios .

martes, 15 de junio de 2010

SHOCK

Es una afección potencialmente mortal que se presenta cuando el cuerpo no está recibiendo un flujo de sangre suficiente, lo cual puede causar daño en múltiples órganos. El shock requiere tratamiento médico inmediato y puede empeorar muy rápidamente.

TIPOS:

Entre los principales tipos de shock se incluyen:

Shock cardiógeno (asociado con los problemas cardíacos)
Shock hipovolémico (causado por un volumen inadecuado de sangre)
Shock anafiláctico (causado por una reacción alérgica)
Shock séptico (asociado con las infecciones)
Shock neurógeno (ocasionado por daño al sistema nervioso)


Causas
El shock puede ser ocasionado por cualquier afección que reduzca el flujo de sangre, incluyendo:

Problemas cardíacos (como ataque cardíaco o insuficiencia cardíaca)
Reducción de la volemia (como con hemorragia profusa o deshidratación)
Cambios en los vasos sanguíneos (como en la reacción alérgica grave o infección)
Ciertos medicamentos que reducen significativamente la función cardíaca o la presión arterial
Un shock está a menudo asociado con un sangrado externo o interno profuso debido una lesión seria. Las lesiones en la columna también pueden causar shock.


Síntomas
Una persona en shock tiene su presión arterial extremadamente baja. Dependiendo de la causa específica y el tipo de shock, los síntomas pueden incluir uno o más de los siguientes:

Ansiedad o agitación/inquietud
Labios y uñas azulados
Dolor torácico
Confusión
Mareos, vértigo o desmayos
Piel pálida, fría y pegajosa
Disminución o ausencia del gasto urinario
Sudoración profusa, piel húmeda
Pulso rápido pero débil
Respiración superficial
Pérdida del conocimiento


Primeros auxilios
Llame al número local de emergencias (como el 911 en los Estados Unidos) para solicitar ayuda médica inmediata.
Examine las vías respiratorias, la respiración y la circulación de la persona. Comience a dar respiración boca a boca y RCP, de ser necesario.
Incluso si la persona es capaz de respirar por sí sola, continúe verificando su frecuencia respiratoria al menos cada 5 minutos mientras llega la ayuda.
Si la persona está consciente y NO presenta una lesión en la columna, cabeza, pierna, cuello, colóquela en posición de shock. Acuéstela boca arriba y levántele las piernas aproximadamente unos 30 cm (12 pulgadas). NO le levante la cabeza. Si el hecho de levantarle las piernas le causa dolor o daño potencial, déjela en posición horizontal.
Administre los primeros auxilios apropiados para cualquier herida, lesión o enfermedad.
Mantenga a la persona caliente y cómoda y aflójele la ropa estrecha.
SI LA PERSONA VOMITA O ESTÁ BABEANDO:

Gírele la cabeza hacia un lado para que no se ahogue. Haga esto siempre y cuando NO haya sospecha de una lesión de columna.
Si se sospecha una lesión de columna, hágala "girar como un tronco", manteniendo el cuello, la cabeza y la espalda alineados y haciéndola rodar como una unidad.
No se debe
NO le dé nada a la persona por vía oral, ni siquiera de comer o beber.
NO mueva a la persona si se sabe o sospecha de una lesión en la columna.
NO espere a que los síntomas del shock más leves empeoren antes de solicitar ayuda médica de emergencia.
Se debe buscar asistencia médica de emergencia si
Llame al número local de emergencias (911 en los Estados Unidos) en cualquier momento que una persona presente síntomas de shock. Permanezca junto a la persona y siga los pasos de los primeros auxilios hasta que llegue la ayuda médica.

Prevención
Aprenda formas de prevenir las enfermedades cardíacas, las caídas, las lesiones, la deshidratación y otras causas de shock. Si usted tiene una alergia conocida (por ejemplo, a picaduras o mordeduras de insectos), lleve consigo un estuche de epinefrina, que el médico le enseñará cómo y dónde usar.

Una vez que una persona haya entrado en shock, cuanto antes reciba el tratamiento, menor será el daño que pueda haber en sus órganos vitales, como riñones, hígado y cerebro. Los primeros auxilios y la ayuda médica urgente pueden ayudar a salvar una vida.